martes, 5 de noviembre de 2019

Así era tu cole, ¿así eres tú?

Un año después de la exposión "ENTRE BASTIDORES" sigo dándole vueltas al tema de mi propuesta, una reflexión lúdica sobre los diferentes sistemas educativos y como nos condiciona como individuos. Siempre me resultó interesante comprobar que personas nacidas en torno a 1900 fuesen mucho más abiertas de pensamiento que la generación siguiente, algo que personalmente achaco al sistema educativo.


 Analizando la obra Y tú, ¿a que cole fuiste? en la figuras 1 y 2 nos encontramos el clásico esquema de aula de un sistema jerarquizado. El instructor, (no vamos a llamarlo maestro ni educador) es incuestionable. Se ordena y clasifica a los alumnos por sus resultados que han de ser lo más homogéneos posibles, y al alumno que se sale de la norma se le aparta o arrincona  sin atender ni escuchar sus diferencias.



Hace también unos años que se "pusieron de moda" los informes PISA, según los cuales se analiza la calidad de los sistemas educativos por países, atendiendo a las capacidades de lectura, matemáticas y ciencias naturales de los jóvenes de 15 años. Uno de los países que sobresalía en dichos informes por sus alumnos brillantes y sobresalientes era Korea. Artículos en prensa nos mostraban la dureza de su sistema, la competitividad y exigencia, pero también el alto índice de suicidios entre los alumnos considerados mediocres por dicho sistema (figura 3 )
Dado que mi visión del mundo trata de valorar siempre más las escalas de grises que el blanco y negro mi propuesta incluía 5 posibles escuelas o grados acabando con el sistema , potenciador de las individualidades a través del arte, digamos tipo Waldorff. 





Sin ser un trabajo para nada riguroso, (recuerden que se trataba de una propuesta de reflexión), personalmente me ha servido para seguir rumiando el tema de cómo de condicionados estamos por el sistema educativo al que acudimos, potenciado o modificado por el entorno familiar, sin lugar a dudas, pero que con frecuencia ha sido instruido en la misma línea.

Y llegamos al día de hoy, en el que me encuentro trabajando en otro proyecto aún más apasionante pero a la vez relacionado o derivado de este. Son incontables las veces que me he encontrado con personas que justifican la creatividad con un don innato o una herencia genética. Los que nos hemos dedicado a la creación artística sabemos que esto no es así. Que todos nacemos creativos ( baste mirar las pinturas de cualquier niño menor de 5 años) pero que somos instruidos en la comodísima homogeneidad hasta el punto de pensar que somos incapaces de hacer cosas diferentes de aquellas para las que fuimos enseñados.

Estudios formales confirman lo que yo sospechaba: que la creatividad no tiene nada q ver con las denominadas altas capacidades, ni con los resultados de test de inteligencia, (de esto hablaremos otro día), sino con pensar de un modo diferente. La creatividad es una ruta alternativa, y curiosamente es lo que nos ha distinguido como especie: el buscar diferentes soluciones, probar nuevos métodos , para evolucionar y mantenernos a flote a lo largo de la historia.
La buena noticia es que esa otra forma de pensar se puede aprender y reeducar. Y en ello estamos trabajando María Artacho, ( amiga, psicóloga y compañera de pupitre del colegio)y yo.  DESPIERTA TU CREATIVIDAD, es un taller, una experiencia compartida, dirigido a todos aquellos que renunciaron a sus sueños, que les cortaron las alas en la escuela, incluso a los que fueron creativos pero los aplastó una vida rutinaria, plana y gris.



¿Te interesa darle color a tu vida? 
Llámanos y apúntate a nuestro taller. 
Ven a jugar, a disfrutar y a despertar a tu artista.

Información y reservas 627838694 / 617305384

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