lunes, 10 de febrero de 2020

De rama en rama

Yo podría decir, como Machado, que mi infancia son recuerdos de un jardín. Los mejores recuerdos de mi vida están ligados a aquel lugar mágico en Víznar donde trepar a un abeto de 15 metros era no sólo posible, sino súper emocionante y jugar al escondite entre sus bojes la mejor de las aventuras.


Cuando Mª Carmen Quiles Cabrera me pidió que ilustrase sus poemas sobre plantas reconocí sus momentos, sus experiencias de infancia similares a las mías. El aroma de una flor, que aún siendo humilde y silvestre nos hace viajar en el tiempo, al momento ese en que jugando con palos y piedras se transformaban en coches de carreras, tipis indios o palacios de princesas.




Aquí os dejo un adelanto, esperando que alguno os "reconozcais"en esos flashes de paraíso inocente, puro, limpio.





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